Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pié derecho, o empiecen el año cambiando de escoba

miércoles, 7 de octubre de 2009

Mis cosas, raras...??

A partir de un post que leí en el blog Nevera de soltera que se titula RAREZAS MÍAS...me he quedado preocupada.


    Si me gusta estrujar galletas en la leche no es que sea rara, verdad?  Y si el platanito me gusta con y durante la comida y no antes ni después? Eso lo aprendí en mi tierra y hay una explicación para ello, después de todo no es mi culpa que en Cuba a los bebés se les inicie en el "puré" a los 4 meses, a base de papilla de malanga sin sal. Las madres, en un intento desesperado por alimentar a sus retoños sin que estos se lo escupan en la cara y brazos, le insertan el dulce de esta fruta para hacerlo más pasable. Lógico, no??
   Y si me desespera comer en penumbra? Cada día cuando llego al comedor de mi trabajo me encuentro en la disyuntiva de que hay cerca de 20 personas comiendo con una semioscuridad que me incomoda y yo acabo encendiendo las luces, a riesgo de que se incomoden los otros 20. Confieso que las últimas veces me he resignado a comer a "oscuras", pero sigue sin gustarme. Será esto una manía?
   Mezclar las comida es también de mis raíces. Y el arroz? cada vez voy evitando un poco más incluir el arroz en todas mis comidas. Acompañar el bocadillo o pasta del desayuno con el yogur, leche o chocolate (a la vez), o merendar con un vaso de yogur en una mano y el pan de leche en la otra. Poner un platanito dentro de la sopa, o acompañando la paella, según mi suegro es el mayor crimen que se puede cometer contra la cocinera, mi suegra.
Pero también tengo otras costumbres, o manías, igual que todos, creo.
Tender la ropa en orden de piezas, las medias con las medias, las camisas con las camisas...
Leer el diario, un libro, una receta, un papelucho, aunque sea una lista del supermercado...pero algo, mientras me tomo el café por las mañanas.
Porque odio hacer una sola cosa cuando puedo aprovechar el tiempo haciendo dos:
Organizarme la semana mientras corro en la cinta; sacarme las cejas, tejer u organizar papeles y facturas mientras "oigo" la tele; planchar, hablar por teléfono o doblar la ropa lavada mientras la veo; leer mientras como, meriendo o desayuno; revisar el correo electrónico mientras trabajo; pasar mensajes por el móvil mientras camino al gimnasio.
Y la verdad es que muchas veces termino haciendo otras cosas que nada tenían que ver con lo que empecé a hacer: lo mismo termino cociendo medias cuando doblo la ropa, releyendo viejos recuerdos cuando organizo una gaveta (cajón), leyendo páginas de un libro sentada en el suelo cuando estaba limpiando el polvo del librero, probándome viejas ropas cuando quería organizar el armario; a veces incluso termino escribiendo cuando empiezo a leer...

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