Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pié derecho, o empiecen el año cambiando de escoba

jueves, 28 de enero de 2010

Hexaedro Rosa II

(Rubén Martínez Villena)

Tu amor irrumpió en mi vida como se cuela una ráfaga 
por una ventana abierta.
Todos mis papeles se alborotaron y en un vuelo de 
espanto se deslizaron bajo los muebles y hacia los rincones.
¿Qué has hecho revoltosa?...¿Cómo penetras sin permiso?...
No quieras irte. He cerrado cuidadosamente la ventana 
y no te dejaré hasta que arregles lo que desordenó tu travesura.
¡A ver si recoges aquel recuerdo mio y me traes esas cuartillas
de la historia triste, y el cuento ese que aún no he terminado,
y aquella esperanza que germina bajo mi frente cargada hace
un instante por estos pensamientos que han quedado aquí,
a mis pies, truncos y revueltos!¡Qué maremágnum has ocacionado
con tu entrada!¡Anda, obedece!...
Y mientras te digo todo esto, tu estás ahí, de pie en el medio de mi alma,
con mi más vieja tristeza bajo el tacón de tu zapato, diciendo 
a mi severidad con una sonrisa divina: - Indudablemente, nada hay
más descortés que un rayo de sol...
Y lo peor del caso - ¡atrevida! - es que pareces muy satisfecha
de que haya cerrado mi ventana. 

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